Beaulieu-sur-Dordogne

Beaulieu, ciudad medieval construida en la orilla derecha de la Dordoña, ha recibido el sobrenombre de “Riviera del Lemosín” gracias a su clima suave, ideal para el cultivo de la fresa.

Enclavada a orillas del apacible río Dordoña, es una delicia pasear por sus románticas riberas. Justo al lado del río, los visitantes pueden admirar la pintoresca capilla de los Penitentes y su encantador campanario de cinco cuerpos. Un lugar especialmente fotogénico que hará las delicias de los amantes de los paseos a orillas del agua…

El paseo para descubrir el patrimonio de Beaulieu-sur-Dordogne continúa en el casco antiguo, a cuyo centro se accede por la Porte de la Chapelle o Porte Sainte-Catherine. Repletas de casas antiguas, las típicas calles adoquinadas se apiñan en torno a una antigua abadía benedictina fundada en el siglo IX por el arzobispo de Bourges, Rodolphe de Turenne, de la que hoy se conserva la majestuosa iglesia de Saint-Pierre. Tómese su tiempo para admirar el portal sur de la iglesia abacial: ¡su espléndido tímpano del siglo XII es una auténtica joya del arte románico! También merece la pena ver el tesoro de la abadía, expuesto en el transepto norte, que alberga una magnífica Virgen con el Niño del siglo XII.

Cerca de allí, de mayo a octubre, se puede subir a bordo de un gabarrón para revivir la saga de los gabarreros que bajaban hasta Libourne para entregar sus cargas de madera a la tonelería bordelesa.

Si le gustan los frutos rojos, no se pierda la famosa fiesta de la fresa, que se celebra cada segundo fin de semana de mayo en las calles de la ciudad.
Es la fiesta de la gariguette, una especialidad local. En el programa: mercado de agricultores, feria de escritores, atracciones de gabarras y una tarta gigante de fresas, 900 kilos de fruta de 8 metros de diámetro.

Y para abastecerse de productos locales, acuda al mercado de productores locales que se celebra cerca de la capilla de los Penitentes todos los lunes de julio y agosto por la tarde a partir de las 17:00 horas.